Los psicólogos y el duelo.
Nada nos hace envejecer con más rapidez que el pensar incesantemente en que nos hacemos viejos.
Georg Christoph Lichtenberg
En el tratamiento del duelo, el terapeuta ayudará a la persona a explorar, elaborar y resolver la pérdida, identificando y entendiendo sus sentimientos y pensamientos, planificando y poniendo en práctica estrategias para reconstruir su vida y restaurar el equilibrio perdido, y completando cualquier cuestión no resuelta con el fallecido o la pérdida para ser capaz de decir un adiós final.
El objetivo del tratamiento del duelo será aumentar la realidad de la pérdida, ayudar a la persona a tratar sus cogniciones y emociones expresadas, superar los diferentes obstáculos que se presenten para reajustarse en su vida y ayudarle a dar un adiós apropiado y a sentirse bien volviendo otra vez a la vida.
Foto tomada por: Cruz Méndez Melissa, Galindo Pacheco Sergio,
Marceliano Hernández José de Jesús y Maya Huerta Nancy.
El objetivo del tratamiento del duelo será aumentar la realidad de la pérdida, ayudar a la persona a tratar sus cogniciones y emociones expresadas, superar los diferentes obstáculos que se presenten para reajustarse en su vida y ayudarle a dar un adiós apropiado y a sentirse bien volviendo otra vez a la vida.
Foto tomada por: Cruz Méndez Melissa, Galindo Pacheco Sergio,
Marceliano Hernández José de Jesús y Maya Huerta Nancy.
Para lograr los objetivos el psicólogo debe:
- Facilitar
el que el paciente hable sobre el fallecido y las circunstancias de su muerte.
- Propiciar
la expresión emocional del paciente, siendo frecuente además de las vivencias
de tristeza, pesar o desesperación, los sentimientos de hostilidad hacia el
fallecido y la cólera hacia el médico o el hospital donde se produjo la muerte
del ser querido.
-
Explicarle al enfermo de que los síntomas que padece como: ansiedad,
sentimientos de culpa, preocupación por la imagen del difunto, son reacciones
normales y que desaparecerán con el paso del tiempo.
- Asegurarle que aunque inicialmente puede ser necesario que reduzca sus compromisos
laborales o sociales, se debe facilitar el retorno a sus actividades habituales
en un plazo de 3-6 semanas.
Foto tomada por: Galindo Pacheco Sergio.
- Recomendarle el acompañamiento de familiares y amigos y facilitar la realización de las
tareas domésticas durante el período inicial.
Foto tomada por: Galindo Pacheco Sergio.
En las reacciones agudas de duelo, la contemplación del cuerpo de la persona fallecida, evita la cristalización de fantasías, imaginaciones o temores a lo desconocido, ya que para poder iniciar el duelo, muchas personas necesitan la oportunidad de decir “adiós”.
Foto tomada por: Galindo Pacheco Sergio.
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